domingo, 27 de enero de 2013

OCTAVA ETAPA VILALBA - SOBRADO DOS MONXES

20 de agosto de 2012
63 km 4 horas pedaleando
tocamos el techo del camino.

Hoy si que hemos dormido de fábula.Después de hacernos los remolones en la cama nos levantamos y lo recogemos todo. Bajamos al bar del hostal para desayunar el croisant más grande que he visto nunca regado con un café con leche. Pagamos la cuenta y vamos a recoger la ropa que tendimos ayer y nos encontramos que está toda mojada, por lo que decidimos tenderla sobre las alforjas atada a los pulpos de goma. Vaya espectáculo de tenderete.
Salimos a las 9 pero hoy nos lo íbamos a coger con calma ya que a priori la etapa no era excesivamente larga aunque en su parte final tiene más de 15 km. de subida.
Salimos sin ninguna complicación y a los pocos km. atravesamos un núcleo de casas abandonado que causa una extraña sensación. Hacemos unas cuantas fotos y proseguimos.
horreo abandonado
poblado en ruinas
 Continuamos por pistas entre bosques y tenemos que parar a cubrir la ropa ya que empezaba a chispear. Salimos a la nacional y nos encontramos con un cementerio neogótico con una iglesia al lado y nos cuesta encontrar las flechas aunque rápidamente nos volvemos a situar en la dirección correcta. Advertimos a un grupo de niños con sus monitores que no iban en la dirección correcta aunque nos ignoran, me sabía mal por los niños pero no podíamos hacer más.
cementerio neogótico
 A unos cien metros del cementerio volvemos a cruzar la nacional para internarnos en un camino de tierra. Los caminos se van sucediendo aunque están bien señalizados hasta que en un caserío una mujer nos grita diciéndonos que nos habíamos pasado el cruce, tras volver sobre nuestros pasos unos cuantos metros, bajamos por un tramo pedregoso que se convertía en senda por el que desembocamos nuevamente en la nacional.
 Justo al lado hay un bar en el que paramos a hacernos un café y calentarnos un poco ya que hace un poco de fresco. Nos encontramos con un número elevado de peregrinos que han decidido parar a almorzar por lo que la parada se alarga un poco.
Poco antes del mediodía llegamos a Baamonde y decidimos comprar provisiones en un super para que nos pase lo de siempre.
Seguimos la nacional que apenas tiene tráfico después de unos 4 km. nos desviamos a la izquierda y cruzamos un puente. Llegamos a una especie de zona recreativa donde hay una fuente, un crucero y una ermita, la capela de San Alberte. Decidimos parar a hacernos un bocata en un lugar tan impresionante.
 Cuando terminamos de comer recogemos todo y continuamos por una senda con una fuerte subida que hace que tengamos que subirla a pié, la guia recomienda a los ciclistas que cojan el desvío.
Continuamos entre bosques de robles y alternando pistas de tierra con pistas asfaltadas.
Al pasar por la terraza de un bar nos llevamos la sorpresa del día, nos encontramos con las catalanas tomando  un café, lo primero que me vino a la boca fue llamarlas tramposas y nos explicaron que al llegar al albergue no habían plazas e hicieron autostop para ir a otro albergue. Su explicación no me convenció mucho ya que habían adelantado más de tres etapas. Nos despedimos y quedamos en vernos en el monasterio de Sobrado.
Iniciábamos la subida más larga del camino con cerca de 20 km. de subida aunque con un desnivel contenido. Seguimos alternando tramos de asfalto con otros de tierra y con algún sendero hasta que coronamos el punto más alto del camino del norte, 710 m. 
Iniciamos el descenso y en el primer bar que vemos paramos a hacernos una cervecita fresca para combatir el calor infernal e hidratarnos debidamente.
Reanudamos la marcha más animados y en poco tiempo llegamos al monasterio de Sobrado, aunque debido a la hora que es está cerrado por lo que vamos al pueblo a comer de menú. 
Después de comer , (todo estaba muy rico), volvemos al monasterio y ya nos asignan una litera en una de las dependencias del claustro.
Es algo impresionante el poder pernoctar en un edificio con tanta historia.
Después de la ducha hacemos una lavadora y una secadora y mientras uno vigila la ropa el otro visita el monasterio.No puedo describir lo que vi, solo puedo decir que es algo increible.
claustro del peregrino
   
  Decidí que iría al oficio de la tarde, ya que tenía conocimiento que la misa era cantada. A la hora indicada subí a la primera planta y entré en una sala que había sido remodelada hace poco.
Entraron los  frailes y empezaron a cantar, entre el cansancio acumulado y los cantos empezaba a dormirme, el calor empezaba ha hacerse insoportable por lo que tuve que abandonar la sala antes que terminaran los oficios. Viendo la hora que era y como ya habíamos comido de menú decidimos acercarnos al super y comprar víveres para cenar en el comedor.
Después de cenar conversamos un rato con las catalanas y nos despedimos de ellas ya que nosotros al día siguiente llegaríamos a Santiago.  
 

 
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario